Por años se ha conocido al coleccionismo como uno de los ocios más caros y más curiosos dentro de la fascinación humana, podríamos decir que es ancestral, pues desde los 600 A.C. hubo reyes como Asurbanipal de Asiria quien ordenó juntar todas las tablillas de barro que hablaran de la historia de su país y que, aunque le fue imposible juntarlos todos, si logró reunir una gran cantidad de tablillas que la postre, tras la caída de su imperio, le hicieron ver al mundo, la existencia de ese lugar. Incluso Platón o Aristóteles tuvieron sus propias colecciones de libros, por lo que se cree también que fueron los primeros en hacerlo.
Hoy en día, el coleccionismo ha tomado muchas formas, llegando incluso a darle valor a objetos que parecen no ser muy valiosos para el ser mortal común, pero puede adquirir valores estratosféricos dentro de su propio gremio de seguidores. Hay gente que colecciona de todo, desde lo más extraño como corcholatas, botellas, piedras, boletos del metro, hasta objetos de mayor valor como son cómics, libros, autos e incluso, juguetes.
Los juguetes son parte fundamental dentro de la infancia de muchos de nosotros, horas y horas de diversión se han podido pasar gracias a esos articulados y coloridos objetos, pero también han adquirido un valor fundamental dentro del coleccionismo, tanto que hoy en día la industria del juguete tiene líneas específicas para su colección y no para su uso de juguete.
Posiblemente Funko es la línea de figuras coleccionables más famosa hoy en día, nacida como una empresa de juguetes de la empresa POP! y que en los últimos años ha adquirido una gran cantidad de adeptos por el coleccionismo, donde hay colecciones millonarias como la del español de seudónimo "Blass" quién en 2018 adjuntó la colección más importante de España en esta línea de figuras y la segunda más importante de Europa con una inversión cercana a los €63 mil Euros ($1,622,000.00 pesos mexicanos, aproximadamente). Y aunque tal vez, los más puristas del coleccionismo en figuras no tomen muy en serio el gran imperio construido por POP! es de admitir que se ha vuelto una locura y sensación, incluso entre aquellos que no coleccionan nada.
Steve Sansweet es otro de los coleccionistas más impresionantes del mundo. Su colección de Star Wars se encuentra como la mejor del mundo con cerca de 100 mil objetos, la mayoría de estos juguetes y figuras. Tan grande es su colección, que tiene su propio rancho para exhibir todas sus posesiones a manera de museo.
Algo nos queda claro, aunque el coleccionismo si es un gran negocio para las industrias involucradas, podría no serlo tanto para los mismos coleccionistas. Si bien, un objeto que hoy puede costarte 200, 500 o 1000 pesos mexicanos, mañana
podría valer muchísimo más de eso, desde el doble hasta 10, o 100 veces
más su precio original, todo dependerá de qué tan exótica sea la figura
y lo bien que se posicione hacía el futuro dentro de su gremio. Lo cual al final es un azar, lo cual tampoco es de preocupación para sus seguidores. Los coleccionistas más notables y apasionados por esto, lo hacen más por gusto que por el dinero, de ahí el hecho de no importarles pagar 100 pesos o 60 mil por alguna figura específica.
Sin duda alguna, el coleccionismo es de los hobbys más interesantes, milenario, ancestral, pero también de los más pasionales, de riesgo económico y divertidos que podría existir, una actividad de ocio que va más allá del mismo dinero, es seguir siendo niño, pero con recursos.
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